Nueve conclusiones rápidas sobre el resultado de las elecciones

¿Qué hemos aprendido y adónde nos dirigimos después de las elecciones de ayer?

Por Stavros Dioskouridis.  

Publicado en la edición digital de la revista Lifo. Versión original aquí.

1.      La debacle del PASOK la esperaban hasta las piedras. Que Nueva Democracia (ND) no llegara al 20% es, seguro, una gran sorpresa. Puede que la mayor de todas, puesto que los 108 escaños que ha conseguido no le permiten formar gobierno, ni siquiera en coalición con el PASOK.

2.      Todos estos años en que PASOK y ND conseguían más del 70% y el 80% de los votos, a ninguno de los grandes comentaristas políticos le molestaba la ley electoral. Ayer nos dimos cuenta todos de que tenemos que lidiar con un engendro. El primer partido no puede tener una diferencia de dos puntos con respecto al segundo y tener una representación de 56 parlamentarios más. La bonificación de 50 escaños al partido ganador está hecha a medida del fuerte bipartidismo y esto, de momento, se ha terminado.

3.      Desmentidos quedan cuantos creíamos que la tensión política de nuestros días reforzaría la participación en las elecciones. La abstención ha aumentado en un 10%; algo especialmente preocupante.

4.      Las declaraciones de los líderes políticos después de las elecciones muestran que lo “repentino” de los resultados frustraron sus planes y los interpretaron como quisieron. Nadie, ni siquiera el vencedor SYRIZA [Coalición de la Izquierda Radical, segundo en las elecciones] está en posición de tomar iniciativas de gobierno, puesto que los poderes de la izquierda suman en total (en caso de que colaboraran) 78 escaños. Así pues, caben tres “escenarios”:

a)      Gobierno ND-PASOK-DIMAR [nuevo partido de izquierdas, con 19 escaños] cuyo eje central sería la permanencia en la zona Euro y una renegociación del Memorándum (Mnimonio).

b)      Alexis Tsipras [líder de SYRIZA] cambia de rumbo y decide adoptar un rol activo en la evolución del país, entrando en el gobierno de Nueva Democracia y PASOK con sus propios términos. Esto llevaría a SYRIZA a la desunión, pero satisfaría a los nuevos votantes de su partido, que desean ver por fin a la izquierda en un puesto dirigente.

c)      Nadie colabora con nadie y las elecciones se repiten en junio. Hasta entonces Papadimos seguirá siendo presidente en funciones y Tsipras intentará hacer de SYRIZA primer partido de modo que consiga el bonus de 50 escaños o presionará al gobierno en funciones para que cambie la ley electoral, considerando que es el único que puede sacar al país del callejón sin salida mediante la construcción de un gobierno de centro-izquierda. Además, ya debe de haberse dado cuenta de que su subida se debe al apoyo que le han brindado la clase media urbana y los jóvenes. Los demás parámetros no han jugado un papel tan relevante como se podría creer.

5.      Salirnos del euro será tan difícil como nos fue entrar. El alarmismo beneficia a los especuladores y debilita a los ciudadanos.

6.      La distribución del voto muestra que, a pesar de la subida de SYRIZA y la entrada de DIMAR en el parlamento, la sociedad se ha vuelto hacia los partidos más conservadores. La entrada de Aurora Dorada en el Parlamento, el porcentaje de partidos económicamente liberales pero socialmente conservadores, el LAOS, y naturalmente el porcentaje de Griegos Independientes [nuevo partido nacionalista y de derechas] y de Nueva Democracia muestran que el espectro de la derecha (desde el centro hasta el extremo) supera al de sus rivales.

7.      El viejo PASOK ha vencido al nuevo PASOK. Apóstolos Kaklamanis en el parlamento, Giannis Rangousis, fuera. Kostas Skandalidis dentro, Pavlos Yerulanós, fuera.

8.      El KKE [Partido Comunista de Grecia] ha sido uno de los grandes perdedores. La salida del euro no ha atraído a nuevos votantes.

9.      ¿Puede la victoria de Hollande en Francia en combinación con los resultados griegos cambiar la relación de fuerzas en Europa? Esta es quizá la cuestión más importante de aquí en adelante.